Buscar en el sitio

Contacto

Secta del cuchillo y del coraje

sectadelcuchilloydelcoraje@gmail.com

Introito

08.10.2010 16:29

 

Editorial del Primer Boletín de la Secta : “TIEMPO DE TANGO”

 

Hace ya casi siete años, Bernardo Echeverry propuso a varios amigos, amantes del tango y en el tango (Carmen Helena Brugés, Luz Helena Franco, Olga Guevara, Ana Lucía Jiménez, Jairo Candelo, Javier Navarro, Eduardo Serrano Orejuela), la conformación de un grupo dedicado a la audición estética y reflexiva de la música porteña. Esto quería decir fruición silenciosa y atenta de la forma musical y verbal de las canciones, acompañada de comentarios surgidos de la vivencia personal o la documentación bibliográfica con la finalidad de darle saber al sabor, multiplicando en nuestro ser los ecos de la experiencia sensible por medio de la experiencia inteligible. La acogida fue inmediata, y desde entonces disfrutamos mes a mes, sin falta, con amor y humor, de la poética de los sonidos, las palabras y las voces mayores del tango, y de la cómplice amistad que busca arrancarnos un grito de entusiasmo al regalarle al atento oído ansioso, a tanto oído acucioso, tal o cual hallazgo musical celosamente guardado hasta el momento.

Desde el comienzo nos referíamos al grupo llamándolo juguetonamente “la secta” (dato erudito: del latín secta, femenino de sectus, participio pasivo arcaico de sequi, ´seguir´), de modo que cuando se planteó el tema de su denominación, uno de nosotros propuso de inmediato, con la correspondiente ironía, el verso de Borges: la secta del cuchillo y del coraje. Porque eso somos: seguidores del buen tango, sin capillas, parroquias ni iglesias, pues el humor –o, si se prefiere, la “cachada”- es una fuerza corrosiva y cohesiva que nos exime y redime de toda forma paralizante de sacralización.

El año pasado Javier Navarro propuso lo que hoy –gracias al entusiasmo realizativo de Eduardo Serrano Orejuela- se inicia como una nueva etapa en esta historia de lúdica y lúcida pasión: publicar un boletín. ¿Por qué, para qué? Sencillo: porque sí, para los amigos, porque uno quiere y los quiere, porque así son y se hacen las cosas que realmente valen en estos tiempos (¿modernos? ¿Postmodernos?) de vanos, variables y ondeantes valores y dublé.

En este número inaugural publicamos el bello poema de Borges El Tango, que tanto nos ha inspirado. Asimismo, una página autobiográfica de Bernardo Echeverri que, más allá de su experiencia individual, arroja luces sobre un proceso social-cultural que no ha sido debidamente estudiado en nuestro medio, y dos artículos, uno de Javier Navarro sobre la recepción del tango en Colombia, que esperamos despierte polémica, y otro de Eduardo Serrano Orejuela en el que hace una reflexión sobre la poesía del tango apoyándose en algunas ideas formuladas por Antonio Machado, el gran poeta castellano.

Esperamos que estas páginas reciban su beneplácito, y desde ya invitamos a nuestros lectores a enviarnos sus opiniones y colaboraciones (cartas, artículos, testimonios, anécdotas, poemas, mejores tangos, versos destacables, biblio-discografía…) para el número de abril.

 

Eduardo